Responsible Rider

Reposte en tierra para reducir el riesgo de verter aceite o combustible en el agua.

Llene el depósito con cuidado. No llene el depósito excesivamente. Si se producen salpicaduras o se derrama combustible, recójalo con un paño absorbente. Deseche el paño según el procedimiento de reciclaje que corresponda.

Compruebe el motor y límpielo lejos de la costa. El combustible vertido en el agua puede perjudicar a los delicados microorganismos acuáticos y a los animales que se alimentan de estos, lo que potencialmente afectaría a toda la cadena alimenticia.

En aguas poco profundas, las embarcaciones pueden remover el fondo y los sedimentos suspendidos, lo que limitará la penetración de la luz y mermará el nivel de oxígeno. Esto puede afectar a los peces y a la alimentación de los pájaros. Para evitar este efecto, navegue por los canales principales y evite en lo posible las aguas poco profundas.

Cuando sea preciso desplazarse por agua de poca profundidad, mantenga una velocidad moderada. En las zonas costeras tenga cuidado con la marea baja; las aguas pueden tener mucha menor profundidad en esas horas, en que pueden revelarse pastos marinos y otra vegetación delicada.

Hay zonas de vegetación, como las praderas marinas, que constituyen un delicado vivero en el que se crían muchos peces.

Las algas y otra flora no son la mejor compañía para una embarcación. La entrada de vegetación en la embarcación puede causar problemas en el motor o en la bomba y provocar un deterioro del rendimiento. ¡No se acerque!

Siempre que sea posible, maniobre a una distancia prudencial de la costa si hay vegetación cerca, ya que también podría haber animales salvajes. La mejor manera de no perturbar el ecosistema local consiste en mantenerse dentro de los canales indicados y en las zonas más profundas del lago o del río siempre que lo permitan las circunstancias.

Tenga en cuenta que los ruidos y los movimientos de las embarcaciones pueden molestar a las poblaciones de aves. No se acerque a las zonas de anidamiento.

Muchas aves migratorias se asustan con facilidad y resultan especialmente vulnerables durante los períodos de migración. Normalmente, las aves huyen volando ante ruidos molestos. Un gasto de energía innecesario puede afectar a un pájaro que necesita comer y descansar.

Las colonias de aves resultan especialmente vulnerables a los ruidos de las embarcaciones. Los pájaros que estén anidando pueden huir volando y dejar desprotegidos huevos y polluelos, que quedan así a merced de los depredadores o de la incidencia directa del sol.

No persiga a ningún animal salvaje ni lo interrumpa mientras está comiendo, anidando o descansando; además de alterar la fauna gratuitamente, es ilegal. Se define como acoso cualquier acción que altere el comportamiento normal de un animal.

Los mamíferos, como las nutrias, los leones marinos, los manatíes y las ballenas pueden resultar heridos por el impacto directo de una embarcación que se desplace a gran velocidad. Navegue a velocidad moderada para poder avistar con suficiente antelación cualquier animal que se cruce en su trayectoria. Evite las áreas en las que haya una densa población animal. Si choca con algún animal, avise al organismo local de protección de la fauna, ya que existe la posibilidad de que puedan salvarlo o curarlo.

Las estelas que producen las embarcaciones pueden contribuir a la erosión de la línea costera, sobre todo si son excesivas y se producen en ensenadas y pasos estrechos.

La erosión es un problema que afecta a todas las riberas, ya sean fluviales, lacustres o marítimas. La lenta destrucción de las líneas costeras afecta a hábitats de plantas y animales. Cuando se encuentre cerca de la orilla, navegue a una velocidad moderada; de lo contrario, puede provocar oleaje. Observe siempre si hay señales que prohíban expresamente que se provoquen olas.

Limpie bien la embarcación después de usarla para no llevar plantas exóticas a otros lagos y ríos. En cualquier ambiente determinado, se consideran especies exóticas las que no son originarias del lugar. Las especies exóticas no tienen enemigos naturales y se propagan rápidamente, con lo que pueden desplazar a especies autóctonas y reducir considerablemente la diversidad animal y vegetal.

A la hora de atracar o varar la embarcación, busque signos que puedan indicar la presencia de aves, mamíferos, tortugas u otros reptiles en la orilla.

Procure no atracar ni varar la embarcación en zonas con algas u otra vegetación (pastos, manglares...). Estas plantas son esenciales para el ecosistema porque controlan la erosión y proporcionan un vivero para pequeños animales vitales en la cadena alimenticia, como crustáceos, moluscos y pequeños peces.

Muchas especies de plantas y animales están en vías de extinción debido a la pérdida de su hábitat. Tenga mucho cuidado con las especies en peligro de extinción que pudiera haber en la zona de navegación y contribuya a garantizar que sobreviven y prosperan.

El mangle es un árbol característico que se ha adaptado a la vida junto al agua salada. Hay cuatro tipos de mangles, dos de los cuales están amenazados de extinción. Muchas aves zancudas y palmípedas, como las espátulas y los pelícanos, anidan en islas bosques de manglares. Los manglares también dan cobijo a otras especies marinas, controlan la erosión y filtran las escorrentías. También consolidan la línea costera y protegen la tierra de tormentas y vendavales.

No navegue entre manglares por canales no señalizados. Si lo hace, puede alterar el ecosistema al perjudicar a las aves y a otros animales que viven en esas zonas.

El coral es un organismo vivo que ofrece refugio a cientos de criaturas marinas. Esta especie, firme y frágil al mismo tiempo, es vulnerable a la acción del hombre. Si navega cerca de corales, no utilice el ancla y, si se sumerge, tenga cuidado de no tocar estos delicados organismos.

Los bosques de algas alojan a una exuberante comunidad submarina compuesta de una miríada de peces, invertebrados, erizos de mar y nutrias marinas. El manto de algas, situado cerca de la costa, cubre la superficie del agua y se extiende hacia abajo (en ocasiones centenares de metros) hasta el fondo. En los meses cálidos, estas algas gigantes pueden crecer más de un palmo al día.

Las praderas marinas son viveros que suelen encontrarse en zonas que procuran una protección natural, denominadas estuarios, en que se mezclan agua dulce y salada. La mayoría de los peces nacen en estuarios, en el hábitat que ofrecen las praderas marinas. Las praderas marinas son muy frágiles y su destrucción puede provocar una degradación de todo el ciclo de la vida en el mar.

Como usuario responsable de una embarcación, manténgase alejado de estas zonas ecológicamente sensibles.